Como primera entrada propongo el último restaurante que he visitado el popular Peñarrubia en Gijón.
Para los que no conozcais el camino se llega subiendo la Providencia al final del muro de San Lorenzo, nada mas llegar arriba hay un cartel a la izquierda que señala el restaurante, no tiene perdida.
Lo que mas destaca del lugar son las vistas sobre el acantilado que da a la playa, la barra y el comedor interior dan al acantilado así como una enorme terraza exterior muy apetecible para vermuts. Tambien tiene salones amplios para bodas y reuniones de empresa.
La carta es extensa pero no demasiado, con platos cuidados y tradicionales, esos platos de toda la vida bien preparados y con buenas materias primas a juzgar por lo que comimos y por lo que vimos. De la cocina se encarga Nieves García que se encargó de la cocina de Las delicias (Somió, Gijón) hasta que Vegasol cogió el restaurante.
Entre los platos lo que mejor encontramos fué un arroz caldoso de setas y gambas, muy agradable y muy aromático, como único pero quizás demasiado sabor a vino.
Aparte probamos entrecott a la pimienta, cuya salsa no era demasiada lograda, al menos si te gusta el verdadero sabor a pimienta en la salsa, si bien la carne era de calidad y entrecot al ajillo, el cual si estaba logrado.
De postre recomiendo el biscuit de higos el cual recordaba de la época de Las delicias y me recordó aquel sabor, muy bueno.
Hay puntos mejorables como la decoración del lugar que si bien le han hecho un buen lavado de cara no tiene nada que ver con otras decoraciones de diseño o con personalidad de hoy en dia, es mas creo que sigue teniendo la misma que en 1980.
Si bien las vistas que disfrutas son inmejorables en Gijón, quizás solo comparables al Club de Regatas o Bellavista.
El servicio fué rapido y atento no hubiera sobrado mas personal, mesas terminadas sin recoger, botellas vacías que venían de la terraza y de otras mesas en la barra, .... Si bien en descargo del restaurante hay que decir que era domingo al mediodia y estaba lleno el local.
